Directamente desde la India, país con un estimado de 1.300.000.000 de habitantes llega la Tata Xenon. Robusta y duradera, sorprende a todo aquel que la maneja.
India es un país de contrastes. El desarrollo tecnológico apresurado de sus ciudades mayores, difiere del tradicionalismo y austeridad de ciudades periféricas y de menor tamaño. Es una de estas ciudades, Mumbai (Bombai, para el resto del mundo), la ciudad portuaria más importante del subcontinente, que nace Tata Motors.
Tata, historia y orígenes.
En 1945, nace bajo el nombre de TELCO (TATA Engineering and Locomotive Company), dedicándose principalmente a fabricar camiones Mercedes Benz en India. En los años 2000 es cuando todo da un vuelco y la marca se transforma en lo que conocemos hoy. Se separa de Daimler, cambia su nombre a Tata Motors, compra la división de transporte de carga de Daewoo y comienza a tranzar en la bolsa de valores de Nueva York. Firma un acuerdo de producción con Fiat y con la brasileña Marcopolo. En 2008 remece al mercado automotriz al comprar de Ford, las marcas Jaguar y Land Rover, por unos 2300 millones de dólares, consolidándose como un líder del mercado.
La Tata Xenon, el Maharaja de las camionetas
En su construcción, la Tata Xenon fue concebida con un solo fin, durabilidad y resistencia. En sus versiones de cabina simple y doble cabina y en versiones 4×4 y 4×2, ambas con motorización diésel, entregan garantía de ser una camioneta preparada para los más duros trabajos. Con una capacidad de carga de más de 1 tonelada y 2 toneladas de remolque, gracias a su potente motor de 2.2 litros y 150 caballos de fuerza.